sábado, 15 de noviembre de 2014

Cantares de sirena

Escucho cantares a través de la niebla,
inmerso en un hipnotismo me hallo,
remo hacia la oscuridad
y siento que lo que encuentro es paz.

Mi corazón late fuerte
pues no sé qué encontraré del otro lado,
quizá belleza,
quizá horrores no esperados.

Más no me aterran los misterios
marinero de agua salada soy,
he vivido cuanto por vivir tenía,
ya no me quedan motivos
para permanecer en esta vida.

La playa atrás ha quedado
la arena se alejó hace tiempo,
el vaivén del mar me lleva
por el camino misterioso del lamento.

Melodías hermosas llegan a mis oídos
cantos de sirena han de ser,
son tan fastuosos, tan lindos…
No me importaría aquí perecer.

¡Ah! ¿¡Qué ha sido eso!?
observo la oscuridad en el mar,
no veo nada, pero,
siento a alguien que se acerca a observar…

Bella mujer de ojos tristes,
con recelo se acerca,
¡tranquila hermosa, no tienes nada de que temer!
le digo,
ella se acerca recelosa.

Despacio nos acercamos el uno al otro
como si con susurros nos fuésemos a entender,
la melodía que me canta al oído
inerte me deja perecer.

Muerte en vida lo llaman los marineros,
descanso perpetuo alguno más,
muerte dulce, los bohemios
yo, amor, sin más.

Es casi como un hermoso sueño
uno de esos de los que no quieres despertar,
me entregaré sin pena a los cantos de la sirena,
a los misterios de alta mar.