martes, 23 de diciembre de 2014

Venganza

Oh, ¡qué dulce sabor!
mi sangre refulgente al trasluz
me devuelve la vida,
mis pupilas se dilatan
con el sabor de la venganza.

Mi piel recupera el color
que hace siglos perdió.
Te estaré acechando en las sombras…

Oh, que dulce sentir
a mi corazón volver a latir,
el sonido atronador del tic tac
en mi interior,
desgasta tu pensamiento
haciéndolo más lento,
secándote por dentro.

Enferman mis enemigos al saber
que mi corazón sigue vivo,
que yo sigo en pie.

Pues su rabia es mi venganza,
mi alimento.
Y con el pasar de los siglos
en pie continuaré 
y tu caída veré,
seré tu tormento.

Observaré en la penumbra,
disfrutaré de tu dolor
sabiendome tranquila
pues en paz estaré yo.

¡Oh, dulce venganza!



sábado, 6 de diciembre de 2014

¿Que sería?

Vuela libre la brisa
caprichosa a su compás,
sonríe dulce la amargura
por saber que no estás.

Que los días pasen livianos
no es sinónimo bienestar,
pues en su interior habitas a través de los siglos
aunque sabe que no volverás.

¡Oh, bella doncella!
Gime el príncipe entre las sombras
rodeado de gárgolas de fría piel
y sentimientos ausentes.

¿Qué sería de mí
si no hubiese sabido de tu existir?
No sería vida feliz
pues tú me diste la felicidad y te la llevaste de la misma manera.
¿Qué sería de mi si no recordase tu sonrisa,
que brillaba como luna llena?
¿Qué sería de mí?

Es hora de irse a dormir,
a mi morada me retiraré
y soñaré por otros mil años
que a tu lado siempre estaré.

¿Qué sería de mi
sin recordar tu latir,
el calor de tu cuerpo
y tú forma de sonreír?

¿Qué sería de mí?