viernes, 27 de noviembre de 2015

La mirada

Silencio... es oro para mis sentidos, finalmente un poco de tranquilidad. ¿Quién me iba a decir a mí que las afueras de la ciudad iba a ser más ruidoso que el centro? -suspiré relajadamente-. 


Tras un corto periodo de tiempo, un trueno partió el cielo en dos, el ruido me hizo exaltarme, una lluvia torrencial se adueñó de la zona. El susto del cuerpo se me pasó tras un par de respiraciones profundas, y recordé aquello que dicen 'Ya que estamos en el baile, hay que bailar' así que descalza como estaba y en pantalón corto por el bochorno que azotaba, salí a divertirme como cuando era niña, esta vez, sin la desaprobación de mi madre. Sólo me quedé de pie bajo la lluvia, respiré hondo escuchando como la lluvia chocaba contra el techo, el olor de tierra mojada me transportó a un paseo que hice al cementerio meses atrás...y antes de darme cuenta estaba girando sobre mí con los brazos extendidos, una sonrisa se apoderó de mi rostro. Cuando abrí los ojos todo se paró al instante, casi hasta mi corazón. Frente a mí, un hombre corpulento con ropa oscura, tenía el pelo un poco largo y una mirada psicópata que me atravesó. Aprovechando que estaba fuera de la casa, traté de retroceder sobre mis pasos, me giré sin quitar la vista del tipo, topándome con algo que antes no estaba ahí; gire la vista y me encontré con el tipo frente a mí... ¿¡pero, cómo podía ser!? Estaba al otro lado de la reja ¡no pudo saltarla!...
Mi corazón latía rápido y fuerte, los segundos se hicieron eternos...logré dar unos pasos atrás, pero de nada sirvió, el tipo extendió sus brazos apretando mi cuello...sentía cómo mis pulmones se iban vaciando dejándome sin aliento, me estaba ahogando. Sentía mis ojos cristalinos y el esfuerzo por tomar aire hacía que gastase las pocas energías que me quedaban, mis abrazos rogaban entre movimientos bruscos pero cada vez más inertes se quedaban sin fuerzas, la visión se hizo borrosa...hasta que al final, bueno, me vi tirada en el suelo, yacía muerta.


Recuerdo que no pasaba nadie por la calle, nadie escuchó nada, ningún perro ladró avisando de un asesino, nadie me vio luchando por mi vida con un fantasma en el patio delantero. Ahora vagaré por la eternidad en ésta casa, la casa que me vio morir.
Esperaré encontrarme de nuevo con ese maldito y le enviaré al infierno...aunque ello conlleve que me vaya con él.



viernes, 20 de noviembre de 2015

Tenebrarum I

Bienvenidos nuevamente lectores del más allá.

En esta ocasión os dejo por aquí esta obra llamada 'Tenebrarum' en la que escritores y amantes de las letras, hemos aportado de nuestro trabajo gustosamente para daros una terrorífica lectura a todos vosotros en el mes de Octubre con motivo de nuestra celebración favorita, Halloween. Es gracias a Rigardo Márquez Luis (dueño de la página Amor+e+Morte) https://www.facebook.com/%E0%B9%91AmorEMorte%E0%B9%91-701748699889466/ que ha sido llevada a cabo ésta iniciativa y quién me ha invitado a participar en dicha antología.

Quiero pediros disculpas por tardar en subirlo al blog (por causas personales no he podido publicar desde primeros de mes), pero si sois asiduos a mi perfil de Facebook (el cuál hace las veces de página) https://www.facebook.com/mel.garcia.39108 ya habéis tenido la posibilidad de descargarlo y de tenerlo en vuestro pc; además os habréis enterado que me traigo entre manos para Navidad...

Sin ánimos de haceros esperar más, ya os dejo el link de descarga gratuita aquí abajo y comentaros que si os da problemas para su descarga, me escribáis un comentario en esta entrada dejando una dirección mail y os lo enviaré yo misma con mucho gusto.

http://www.mediafire.com/download/6ip8natt48fmqkl/Tenebrarum.pdf

Sin más, terribles sueños y ¡disfrutad de la lectura!



domingo, 8 de noviembre de 2015

Musa maldita

Musa,
suave brisa que perfuma mis pensamientos,
y de ellos surgen prosas vendidas por el tiempo,
a ninguna parte, a ningún lugar.

Musa,
ser de incontables medidas,
que perlas por dientes llevas maldita,
y me das la espalda cuando más te vengo a necesitar.

Ya vendrás a mi
y querrás acompañarme
y en mis lamentos presenciar,
las fuertes lágrimas que el dolor ha inspirado
en momentos que entre tanto
tu presencia ausente ha estado en otro lugar.