Tinta en el papel,
trazos de mentiras,
me inspiraste a vivir en estos días.
Me inspiraron los sueños que tenías,
los suspiros nocturnos y las caricias prohibidas.
Me inspiraron a tocar notas tristes
en un piano que no merecías,
me vi obligada a sonreírle con buena cara a la vida.
Los labios silenciados por fantasmas
de otra vida,
Me inspiraron las musas perdidas,
prestadas por momentos a mi alma maldita.
Infierno de esperanza que habita en lo más profundo
de una existencia vacía,
me empuja al orgullo de estas letras ya sin vida.
El último soplo de algarabía,
lo tuvieron cuando aún mi corazón latía.
Y en la firma de este testamento
lego mi caprichosa musa a aquel,
que por alegrías en algún momento
haya leído este papel
en el que mi lugar cedo
ya que no puedo responder.
Poeta de letras malditas,
atada a ti en cualquiera de mis vidas.
Bonito poema, muy bonito, Mel, la verdad, aunque las letras, algunas malditas, son las que nos da vida, moral y esperanza a nosotros. Está muy trabajado, pero yo se, que tú tienes una inspiración especial y creo que no me equivoco. Besitos desde Sevilla.
ResponderEliminarLetras malditas o no, todas tienen magia, la magia del sentimiento, eso pienso yo, y como he dicho en otras ocasiones, que un poema sea escrito con dolor, no significa que no tenga magia.
EliminarMuchas gracias compi, de nuevo.
Un abrazo desde el otro lado.
Ninguna de tus tintas deja indiferente a este humilde lector. Tiene un mensaje tan fuerte que sin palabras me dejas, has creado un vacío en mi debido a estas letras.
ResponderEliminarSolo puedo aplaudir, porque te has llevado mis palabras. De los mejores que te he leído.
Me alegra mucho seguir creciendo con la escritura y revolver sentimientos en el lector, en este caso, viniendo de un escritor como tú, más aún. Muchas gracias por tus palabras compañero.
Eliminar