Porque
morir de amor es la muerte más dulce,
un
caramelo de arsénico
que
sabes que te dañará pero lo saboreas,
disfrutas
su sabor,
aún
con todo el dolor que sientes
te
resulta placentero…
Hasta
que lo terminas,
porque
te das cuenta de que se acaba
y eso duele,
le
duele al alma y al corazón.
Por
eso morir de amor es una muerte dulce,
lo
disfrutas mientras lo sientes palpitar fuerte dentro de ti,
embriaga
tus sentidos…
Pero
todo cambia cuando se termina,
te
duele el alma y el corazón
igual
que con el caramelo de arsénico,
es
la muerte más dulce,
pero
duele.
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