lunes, 6 de abril de 2015

Morir de amor

Porque morir de amor es la muerte más dulce,
un caramelo de arsénico
que sabes que te dañará pero lo saboreas,
disfrutas su sabor,
aún con todo el dolor que sientes
te resulta placentero…
Hasta que lo terminas,
porque te das cuenta de que se acaba
y eso duele,
le duele al alma y al corazón.

Por eso morir de amor es una muerte dulce,
lo disfrutas mientras lo sientes palpitar fuerte dentro de ti,
embriaga tus sentidos…
Pero todo cambia cuando se termina,
te duele el alma y el corazón
igual que con el caramelo de arsénico,
es la muerte más dulce,
pero duele.



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