jueves, 1 de diciembre de 2016

Colmillos en la noche

Allá por donde voy
siembro terror al ser humano,
mi leyenda me precede
asesino despiadado.

Mas no descuartizo
como se decía antaño,
desangro tu cuerpo
con mucho cuidado.

Paseo en las noches
bajo la luna y estrellas,
buscando víctimas en callejones
vírgenes de preferencia.

Me alimento de tu sangre,
tu cuerpo no me interesa,
mi vida es solitaria
y eterna es mi condena.

Vivo en un castillo
rodeado de soledad,
sentimientos baldíos
conservo en realidad.

Monstruo soy
y seré por siempre,
pero puedo amar
aunque mi corazón esté inerte.

Más no he encontrado una dama
en más de mil años,
que con valor se entregue
a este asesino despiadado.

Compañera en la eternidad
ese es mi único deseo,
para sobrellevar esta existencia
que cada noche me mata por dentro.






2 comentarios:

  1. Amiga Mel, en el otro has dejado olvidado el tema gótico, pero en este poema has vuelto a entrar de lleno en tu mundo, el cual respeto aunque no sea el mío. Aún así, me ha resultado conmovedor, sincero y con toda la dureza negra que mucha gente no ve o no quiere ver. Muy buen poema, compi. Besitos sevillanos.

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    1. Tienen sus diferencias: este ha sido premeditado y publicado con anterioridad, "La chispa de la vida" ha surgido de un mensaje que necesitaba dar, no por inspiración, sino por tener algo que decir. Me alegro que los hayas disfrutado :)

      ¡Un abrazo desde el otro lado!

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